Beguerie, el pueblo con alma
El sol pega fuerte en la hora bucólica de la siesta. Paula observa como tratando de poner distancia con su entusiasmo. En un mes, junto a Rubén, han limpiado objeto por objeto, pintaron, acomodaron viejas mesas y sillas, reacondicionaron las antiguas estanterías de madera, lustraron los mostradores, sacaron lo que no servía.


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